Hay una cosa por las que mis manzanas Pinova y Bonita, cultivadas conforme a los principios de la producción orgánica, no deben preocuparse nunca: el oro azul. Durante más de medio milenio, Parcines ha proporcionado este preciado producto a los agricultores. En este clima saludable cerca de la cascada de Parcines a orillas del río Tel, ser un agricultor es un privilegio.

Aunque solo tengo una pequeña granja y trabajo en la agricultura como actividad secundaria, la energía de este lugar me llena de fuerza y alegría durante todo el año. Todos los años, muchos turistas y habitantes locales quieren ver nuestros caminos de riego y la cascada con una altura de casi 100 metros para experimentar este espectáculo natural. Puedo disfrutar del murmullo del agua turquesa durante todo el año. Incluso mis manzanas aprovechan este tipo de bienestar alpino porque son particularmente jugosas.

Mis frutos contienen parte del agua fresca de la montaña y es por eso son tan buenos. La naturaleza se convierte en naturaleza si puede y si la escuchamos. Aquí en Parcines, donde los huertos de manzanas también adoran los baños Kneipp, que funcionan particularmente bien con los alimentos orgánicos.