La Val Venosta es un territorio realmente peculiar. Cuenta, por ejemplo, con el bosque de abedules di Oris, con sus plantas muy particulares, y la mina de mármol de Lasa, de cuyos túneles se extrae mármol blanco puro. Precisamente aquí, en este único contexto natural, se encuentra la masía Alberhof de Burkhard Alber.
Su familia tomó la gestión de la finca hace 200 años. En 1998 Burkhard decidió sustituir la cría de animales por la producción de manzanas biológicas. Lo que por aquel entonces parecía un desafío difícil para muchos agricultores, se ha transformado para Burkhard en una filosofía de vida. La misma que hoy en día emplea para cultivar sus manzanas.
El trabajo sigue el ritmo natural de las estaciones, evitando la intervención innecesaria del hombre. Burkhard produce manzanas biológicas de las variedades Golden, Jonagold, Pinova e Idared de altísima calidad en manzanos que mantienen su estado más natural y encuentran en su masía el ambiente ideal de producción, junto a antiguas variedades de peras. Burkhard Alber deja que estos jardines espontáneos crezcan sin molestias, convirtiéndose en su rincón favorito. Porque, como él dice, todo lo que la naturaleza hace, seguramente es bueno.