Mi historia
Oris, antiguamente una importante estación postal de la Val Venosta, es el pueblo natal de Christoph Alber. La sede medieval del tribunal es propiedad de su familia desde 1.700.
En los años comprendidos entre 1998 y 2000, Christoph pasó de la agricultura convencional a la biológica; sus años de formación en la Escuela profesional de fruti-, viti-, horti- y floricultura Laimburg le llevaron a emprender este recorrido hacia lo biológico.
“El acercamiento al delicado medio ambiente de la montaña de la Val Venosa es totalmente natural”. Christoph pone en práctica sus principios a través del cultivo eco-sostenible y una economía de ciclo cerrado. Se ocupa él solo de todo el terreno. El invierno, la estación más tranquila del año, es su preferida. Después del frenesí del otoño, podar los árboles es una práctica relajante para él.
Sus huertos, con variedades que maduran con poco tiempo entre una y otra, requieren un duro trabajo. Pero cada vez que muerde una manzana recién recogida, crujiente y dulce con un toque ácido, los esfuerzos encuentran su recompensa.
Más productores orgánicos
“Podéis llamarme Doctor Albaricoque, si queréis.”
Mi historia"Un terreno fértil en primer lugar"
Mi historia„Con las manzanas biológicas, la salud viene antes que nada.“
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