Mi historia
La masía Stockerhof está situada a los pies de la mítica Colina de Tarces, una aldea del municipio de Malles. Se trata de una pequeña masía muy bien mantenida, gestionada por Hansjörg Eberhöfer, que la heredó y decidió pasarse al cultivo biológico en 2013: “Existen diferentes métodos para producir manzanas saludables; yo he elegido el biológico”, explica Hansjörg. Su amor por la naturaleza fue vital para tomar la decisión. Otros aspectos importantes que asocia a la producción biológica son la sostenibilidad, la solidaridad y la salud. En sus manzanos, Hansjörg cultiva la variedad “Golden Delicious”, que se adapta perfectamente al clima venostano: las pocas precipitaciones y más de 300 días de sol al año, aportan a esta variedad su sabor único y el típico lado rojizo de una manzana de montaña. El aire fresco de Val Venosta y las fuertes variaciones térmicas entre el día y la noche producen el “efecto nevera” que hace de esta manzana una fruta muy crujiente.
Ya desde joven, Hansjörg Eberhöfer se interesó por la agricultura, y eso se refleja en su formación: Estudió en la Escuela Profesional de Agricultura y la Silvicultura Fürstenburg en Burgusio, y se formó también como jardinero. Hoy es productor de manzanas a tiempo parcial y gestiona la masía Stockerhof con su mujer y su hijo. En verano y otoño, durante el proceso manual de aclareo de los frutos, cuenta con la ayuda de sus hermanas y de sus suegros; así como para la época de recolecta de las manzanas.
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