Mi historia
En el pueblo todos lo llaman Sepp, el productor biológico que dirige, en el centro de Silandro, la masía Lahnhof, propiedad de su familia desde hace tres generaciones. La actividad la comenzó su padre, que se dedicaba al cultivo de manzanas en los huertos en torno a la capital de Val Venosta. “Quería trabajar en la empresa de mi padre desde siempre”, afirma Sepp, que verdaderamente se llama Josef Frischmann. Por estos motivos estudió en la famosa Escuela profesional para la fruti-, viti-, horto- y floricultura Laimburg en Alto Adige y tomó las riendas de la masía paterna. Hace más de 15 años decidió cultivar manzanas siguiendo las directivas del cultivo biológico. “Estaba convencido en no utilizar más pesticidas químicos y de síntesis porque no los considero naturales”, hoy Sepp sabe que “la producción biológica es la correcta”.
Para él es importante cultivar un producto sano y natural y gestionar la empresa de una manera sostenible “para que los herederos puedan seguir trabajando en los manzanos”. Cuenta con el apoyo de sus hijas, que le ayudan en los periodos más intensos. En el momento de la recolecta de sus variedades Golden Delicious, Pinova, Idared y Red Delicious, contrata a trabajadores estacionales. Sepp está convencido de que “una buena organización en el trabajo es fundamental para garantizar la profesionalidad y la calidad”.
En invierno adora la tranquilidad. Durante la estación de poda se siente uno con la naturaleza y por la noche, después del trabajo, muerde con gusto una Pinova crujiente “porque las Manzanas Pinova son mis preferidas”.
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