Los terrenos de la masía tradicional de los Gamper están expuestos al sol del valle y requieren un trabajo manual bien organizado. El cultivo de la fruta es una tradición familiar. 

Patrik heredó la actividad del bisabuelo, que fundó la empresa en 1890. Fue uno de los primeros en hacerlo en la Val Venosta. Hoy le echan una mano en la empresa su padre Sepp y su mujer, que lo ayudan a cultivar las variedades Pinova, Gala, Golden, Topaz, Red Delicious, Braeburn, Jonagold e Idared, que crecen con fuerza bajo el sol tirolés. 

Patrik se formó en la Escuela profesional de fruti-, viti-, horti- y floricultura del Alto Adige, donde se especializó en el cultivo biológico. "Con la conversión de la empresa hacia lo biológico, en 1993, mi padre Sepp hizo la elección idónea", piensa hoy Patrik. Motivando la decisión: la atracción hacia lo saludable y hacia la sostenibilidad. Será así también en el futuro: "Mis manzanos continuarán fomentando un ambiente de trabajo natural".