Mi historia
La granja de la familia Gunsch se encuentra en el centro del pequeño pueblo de Tarres, ubicado en una cordillera cerca del municipio de Laces. En las inmediaciones de los huertos hay unas vistas maravillosas del impresionante paisaje del Valle Venosta. La granja, gestionada por Alois y su hijo Florian, es propiedad de la familia Gunsch desde hace más de 100 años. Ambos tienen formación agrícola y sienten pasión por la agricultura. Padre e hijo forman un buen equipo: mientras Alois prefiere el trabajo manual, a Florian le gusta usar máquinas agrícolas.
"Para mí cortar la hierba bajo los árboles es un trabajo relajante", dice Alois. A Florian le complace especialmente el cultivo de un nuevo huerto de manzanos - desde la construcción de una infraestructura que garantice una mejor estabilidad de los frutales, hasta la plantación de los nuevos árboles porque "me encanta crear algo nuevo y duradero". En los momentos más exigentes de trabajo, como la poda de ramas o la recolecta de manzanas, Alois y Florian necesitan la ayuda de toda la familia y de algunos trabajadores de temporada. Además de producir diferentes variedades de manzanas, caracterizadas por su perfecta tonalidad debido al emplazamiento de los huertos en la zona de montaña, Alois y Florian también cultivan diferentes tipos de verduras.
Para ellos el cultivo orgánico fue algo bastante lógico: antes de pasarse al cultivo biológico, Alois y Florian practicaron la agricultura sostenible, renunciaron a los tratamientos innecesarios y redujeron el uso de fertilizantes al mínimo. Para Alois y Florian “biológico” significa elaborar un producto valioso y saludable que el cliente aprecia y, por tanto, se crea un vínculo entre consumidor y productor. Además, para ellos la producción orgánica es una forma de reducir el desperdicio de comida.
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