Mi historia
Asistí a la escuela técnica agrícola de Ora, y luego trabajé en una granja especializada en el cultivo de frutas, donde adquirí una gran experiencia en el sector ecológico, que ha traído muchos beneficios a nuestra empresa familiar. Para mí, BIO es sinónimo de progreso y trato de poner en práctica esta actitud hacia la modernidad en todos los aspectos de mi vida: desde la casa con certificación ClimateHouse, sostenible y energéticamente eficiente, hasta el uso de astillas de madera de nuestro bosque, pasando por el sistema fotovoltaico con almacenamiento.
En Brugghof de Cengles viven tres generaciones: mis padres, mi mujer y yo y nuestros dos hijos pequeños. Es bonito porque estamos todos juntos. Mi abuelo plantó la primera Golden Delicious en 1976 y hoy también cultivamos Gala, Red Delicious, Topaz y pronto Bonita. Soy un gran fan de las manzanas rojas y bicolores. A 900 metros de altitud encuentran aquí su hábitat ideal y crecen sin miedo, con ese espíritu aventurero que también me caracteriza, y que se lleva aún mejor cuando eres productor ecológico.
Mis hijos aún son pequeños y les gustaría pasar más tiempo conmigo, pero no siempre es fácil porque mi trabajo en la agricultura me mantiene muy ocupado. Cuando hay un poco de tiempo libre para las vacaciones, a todos nos gusta pasar los días haciendo actividades deportivas diferentes y originales, como el rafting o deportes similares al aire libre. En general, no me suelo relajar en vacaciones, pero para mí la relajación es estar solo tirado en el césped o, cuando puedo, practicar mi antigua afición: el tiro con arco. Hace tiempo que practico este deporte de forma casi profesional, como un Robin Hood de Val Venosta. También me resulta muy relajante cocinar para toda la familia: me gusta utilizar los productos de la huerta de mi madre o preparar la carne que trae mi padre cuando va a cazar.
Intento enfocar el cultivo de manzanas orgánicas respetando el tiempo y el ritmo de la naturaleza. Si hay un ataque de hongos, no me pongo nervioso, y dejo que la naturaleza me sorprenda con lo que tiene preparado. Trato de dejar que prevalezca mi espíritu aventurero y no dejar que me domine el miedo y el pánico. Con la variedad Topaz, también sigo las directrices biodinámicas, una especie de cultivo de élite y de vanguardia verde. Mi sentido estético me orienta hacia las frutas que son visualmente bellas y, sobre todo, aromáticas en su sabor. Y mi padre es una gran ayuda en esto.
Lo orgánico es un poco como el tiro con arco: si estás lo suficientemente relajado, muestras la consciencia necesaria y te mantienes en el aquí y el ahora, entonces el tiro viene por sí solo.
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