Mi historia
La masía Sticklerhof de Ulrich Kiem se encuentra en la pequeña localidad de Plars. Su paso a la agricultura biológica tuvo lugar en el año 2.000, por pura convicción. Después de haber estudiado en el Instituto agrario del Alto Adige, Ulrich se licenció en Biología. Hoy es un valioso consultor del sector biológico del Alto Adige, tanto en lo que se refiere a fruticultura como a la viticultura.
Gestiona la empresa de la familia en su tiempo libre; su mujer y su madre le ayudan en todo. “Un gran compromiso”, afirma Ulrich, “sobretodo para los puestos de trabajo que se realizan a mano”. En sus huertos cultiva sobretodo manzanas Gala; le encantan los lados rojizos típicos de las manzanas de la Val Venosta y los viñedos de su propiedad. En la elección de dirigirse hacia lo biológico, el aspecto de la salud de las personas ha sido el factor decisivo.
Para Ulrich, la bioagricultura corresponde a una forma de economía producida por la historia que se desarrolla en sintonía con la naturaleza de la Val Venosta y que ahora se ha convertido en una realidad. Lo biológico valoriza la agricultura y garantiza la máxima calidad de los productos. Una ventaja para el hombre y para el medioambiente.
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