Mi historia
Doy clases de derecho y economía en el instituto de secundaria. La granja Gurtenhof en Tesimo, cerca de Merano, son los dominios de mi mujer. Hizo una reforma de la granja histórica del siglo XIV que deja fascinados a nuestros huéspedes de vacaciones una y otra vez. A ella se le da bien interpretar los deseos de nuestros huéspedes y a mí se me dan bien los albaricoques ecológicos. Los cultivamos en Val Venosta, que está predestinado al cultivo de albaricoques y donde heredé un terreno de mi padre en Naturno.
Muchos se burlaban de mí cuando quise cultivar albaricoqueros en los antiguos campos de manzanas hace muchos años. Los asesores eran muy escépticos y predecían que la escarcha lo destruiría todo en el lado del pueblo que da al Monte Tramontana. Sin embargo, no quise cambiar de opinión y me aferré a mi decisión. Después de todo, los suelos arenosos de Val Venosta son conocidos por ser el terreno ideal para esta fruta naranja aterciopelada. Los albaricoqueros no necesitan estar en un charco y estos suelos arenosos siempre están secos de alguna manera, incluso cuando llueve. Así que interpreté el escepticismo de muchos asesores como un optimismo prudente y tuve éxito. Me dieron muy buenas sugerencias en la asociación de albaricoques de Val Venosta. Hoy, cultivo albaricoques de las variedades Orange Red y Gold Rich. Las dos tienen un crecimiento saludable y son variedades muy resistentes.
La conversión al método ecológico no fue un gran salto, pues nunca habíamos usado muchos pesticidas. Hago la recogida de mis albaricoques en junio, julio y agosto durante mis vacaciones de verano. Estudiantes, profesores y muchos jubilados me ayudan en la época de la recolección. Es un “grupo muy académico” que no solo habla de trabajo, sino que también saben trabajar duro. Nuestros huéspedes también ven la recolección de los albaricoques como un punto culminante. Prueban nuestra mermelada que apenas tiene rival gracias al intenso aroma de Val Venosta e incluso ayudan a deshuesar albaricoques. A lo largo de los años me he ganado el título de “doctor pruni honoris causa” y ya nadie se burla de la decisión que tomé hace más de veinte años.
Más productores orgánicos
“El cultivo biológico, como profesión secundaria, es para mí una compensación beneficiosa.“
Mi historia"Liderar con lo ecológico.”
Mi historia"Creo en un mundo mejor, para las futuras generaciones."
Mi historia