En tiempos prehistóricos, cuando el fondo del valle era todavía pantanoso, la zona donde hoy se encuentra nuestra granja Saxnerhof (762 m) ya estaba poblada. La gente de aquella época vivía en armonía con la naturaleza. Sentían los flujos de energía que fluían a través de la tierra como un vaso sanguíneo y ocasionalmente subían desde la superficie.

Nuestra granja posee un área de descanso, y los huertos de manzanas y viñedos adyacentes se encuentran en este mágico lugar de fuerza donde la gente puede reconectarse con la naturaleza y recargar pilas. El uso del sendero de Saxner entre Parcines y Velloi como un sendero de energía está probado desde la Edad de Bronce. Así que todo lo que podía hacer era manejar nuestra granja según los principios de la producción orgánica. Cualquier otra cosa significaría trabajar contra la historia. Casi un escándalo por todo lo que nos diferencia. Esta granja ancestral tiene mucho que ofrecer.

Afortunadamente un amigo mío, un productor orgánico y pionero de la agricultura orgánica, me aconsejó a tiempo y le escuché con atención. Este año entrego las primeras manzanas orgánicas a la cooperativa. A la edad de 51 años, es un hito en la historia de nuestra granja. Además de la producción de manzanas, también me dedico a la viticultura desde hace más de diez años. Produzco vinos de Schiava, una uva autóctona, Zweigelt, pero también Chardonnay y Müller-Thurgau. Los huéspedes diarios de nuestra zona de refrescos a lo largo del Camino de Saxner aman este néctar alcohólico orgánico.

Quién sabe lo que el futuro traerá. Sueño con poder atraer a más huéspedes para que pasen unas vacaciones en la granja y que sientan los muchos lugares energéticos alrededor de ella con un hormigueo en el estómago, un latido fuerte o de alguna otra manera. Durante el Toerggelen, en otoño, nuestro castañar con impresionantes castaños es un valioso proveedor de energía y permite a nuestra familia poner en marcha sus primeras experiencias con el turismo. Nuestra pasión, sin embargo, sigue siendo la producción de manzanas. Mi familia y yo estamos llenos de sorpresas y nos encantan los nuevos desafíos. A nuestro lugar de fuerza sobre Merano nunca le ha faltado energía. Desde la prehistoria.