Herbert Linser, propietario de terrenos en Vezzano, ha confiado el cultivo de sus pequeños huertos de manzanos a las manos infalibles de Florian Schuster, que gestiona la masía Kellerhäuslhof. 
Florian ha seguido, con mucho gusto, los pasos de sus antepasados. Ha ampliado las posesiones de la masía, alquilando otros terrenos, que en algunos casos se encontraban a kilómetros de distancia. La viticultura es la afición de Florian, pero su talento natural en todo lo que respecta al cultivo de manzanas ha sido aprovechado en diferentes empresas locales, en las que hoy juega el papel de director. 
Las laderas del Monte Sole, afirma Florian, y la exposición protegida, iluminada por el sol, son los elementos que determinan la calidad de sus manzanas. Además del hecho de que desde hace más de 10 años cultiva Golden Delicious, Jonagold, Gala, Braeburn y Pinova mediante un enfoque biológico sostenible. El motivo principal de la conversión a métodos biológicos, afirma Florian, ha sido de naturaleza personal. De este modo, sus manzanas son producidas con mucha más alegría y satisfacción.