La columna vertebral de mi familia en Bachguthof di Tarres, por encima de Laces, es la agricultura. Básicamente, se apoya en dos pilares, ambos basados en una estrecha colaboración con la naturaleza. Por un lado está la gran apicultura con más de 300 colonias de abejas y por otro el cultivo ecológico de manzanas con variedades como Golden Delicious, Red Delicious, Kanzi, Bonita, Natyra y pronto también Gala.

La calidad de mi miel ecológica es extremadamente popular. La vendo directamente y en tiendas de delicatessen seleccionadas, como la Bottega del Contadino en Naturno. Llevo regularmente mis colonias de abejas a los lugares donde pueden recoger el mejor néctar. Los campos de mis manzanas ecológicas son el lugar donde, en primavera, su búsqueda de alimento combina mis dos ocupaciones en un ciclo significativo: las abejas recogen buen néctar para una buena miel y al mismo tiempo las flores de mis árboles se polinizan de forma óptima para que en otoño haya frutos carnosos que madurar. Ambas actividades dan una gran alegría a mi familia: mi esposa Romana fue Agricultora del Año 2018, lo que dice mucho de su amor por la agricultura, mi hijo Mathias es el especialista en manzanas, mientras que Jonas encuentra la felicidad en la apicultura. A su hermana Lisa le gusta ayudarle a extraer la miel.

Los nuevos proyectos son el elixir de la vida para nosotros, y cuando llegan a buen puerto, la motivación para nuevas ideas es aún mayor. Por ejemplo, estamos muy contentos con la variedad de manzana Natyra, en cuyos campos apenas tenemos que fertilizar o preocuparnos por la protección de las plantas. El único problema durante mucho tiempo fue el débil crecimiento, que solucionamos con injertos independientes. Los nuevos árboles muestran unos impulsos de crecimiento extraordinarios.

Otro proyecto familiar era el vino de miel, que se llama comúnmente hidromiel. Mientras que los vikingos preparaban su hidromiel con miel y agua como bebida para los dioses, en Bachguthof no utilizamos agua, sino zumo de manzana ecológico naturalmente turbio, por ejemplo de la jugosa variedad Kanzi. La fermentación alcohólica, seguida de unos dos años de almacenamiento, da como resultado una bebida de postre de Val Venosta muy rica, que, al igual que el vino de licor de Oporto o Marsala, se sirve al final de una comida o también puede utilizarse para aromatizar postres o ensaladas de frutas. Nuestro hidromiel de Val Venosta también es el compañero perfecto de los quesos maduros y los quesos azules. Si las abejas supieran lo que hacemos con su miel y las manzanas con sus flores polinizadas...