Mi historia
Cada día suelo visitar, junto con mis dos hijos, uno de nuestros campos de manzanos en Colsano, Rablà o Sluderno, para observar las plantas y sus “habitantes”. Esto supone al menos media hora, cada día. A mis hijos les encanta examinar y comparar y siempre tienen ganas, lo cual es muy importante para quien ha elegido la producción biológica. Yo también me considero una persona a la que le encanta examinar y comparar. Y son precisamente los campos de manzanas los que dan el tema de discusión más interesante.
Después de una cuidadosa observación de las plantas, del tiempo y de otros aspectos fundamentales solemos intercambiar opiniones, discutir un poco sobre las posibles actividades que deberíamos emprender para después pasar a la acción. Las hojas, por ejemplo, pueden presentar distintas tonalidades de verde y, según el matiz, decidimos si es necesario el abono o no. A veces conviene abonar a través de las hojas, otras veces, a través de las raíces. Depende mucho del momento y de cómo interpretamos lo que hemos observado. El crecimiento de los brotes puede ser vigoroso o débil en un periodo dado. Puede haber insectos útiles, pero no suficientes “parásitos” de los que se puedan alimentar. Todo depende del momento. Esta es la realidad de lo biológico.
Un árbol puede crecer demasiado deprisa y por eso llegar a ser débil. Una variedad de manzanas puede ser más resistente que otra, pero no ser adecuada para una determinada zona. No podemos tratar todos los campos de manzanas de la misma manera. Cada uno necesita una atención constante y particular. Así que tenemos que dedicar mucho tiempo a la observación. Pequeños ayudantes como las mariquitas y los dermápteros pueden sobrevivir o reproducirse solo si se ha llegado a crear un equilibrio adecuado entre insectos útiles y “parásitos” como gusanos, larvas y pulgones. Son cazadores y necesitan presas.
Gracias a una App muy útil de previsiones meteorológicas puedo controlar en mi móvil el paso de nubes cargadas de lluvia con una precisión de +/-20 minutos. Cuando tomo cualquier medida en el campo de manzanas, la elección del momento es fundamental para no invalidar el trabajo. Para mí, ser un productor biológico quiere decir sobre todo esto: tomar la decisión acertada en el momento apropiado, para conseguir que mis manzanas crezcan en un terreno fértil y vigoroso. Actuando de este modo estoy seguro de ser respetuoso con la naturaleza, que, para mí, tiene que estar siempre en primer lugar.