Egon Rieper vive con su familia en Lana, en la ladera del sur de la cuenca del valle de Merano. Sin embargo, su masía biológica se encuentra en la Baja Val Venosta, entre Rablà y Plaus, con unas magníficas vistas al Grupo Tessa. La masía pertenece a su familia desde 1986, y hoy la gestiona Egon con su hijo Hannes, que es electricista.

Egon, que adquirió sus conocimientos sobre agricultura en la Escuela profesional de fruti-, viti-, horti- y floricultura Laimburg en el Alto Adige, adora los trabajos manuales en la masía. El tractor, por su parte, lo deja con gusto para los otros. Quizá porque los campos de su finca biológica no son excesivamente grandes y las distancias son breves.

La zanja que atraviesa los terrenos crea un pequeño biotopo natural entre los manzanos. El paso de la agricultura convencional a la biológica se realizó en 2009. Para Egon era importante cuidar del terreno y la relación sana con la naturaleza. Precisamente está convencido de que la naturaleza es extraordinaria y que debemos dejar el mundo limpio y sano, tal y como lo hemos recibido.