Grandes paredes de piedra natural, puertas con marcos de piedra y una histórica chimenea tradicional con paneles de madera: Schnatzhof es una de las granjasmás antiguas deSilandro, mencionada por primera vez en 1390. Desde 1988 BrunhildeSchöpf y su familia viven en este lugarque está protegido como monumento. Brunhilde ha heredado la mayoría de los huertos de su padre y ha comprado más manzanos para agrandar la compañía. Hoy, Brunhilde gestiona la granja con su hijo Tobias, que ha estudiado en la Escuela profesional agrícola antes de comenzar a trabajar en casa.

En los primeros años no ha sido tan fácil ser parte de la empresa, aunque muy pronto ha nacido una buena cooperación con el resto de equipo no obstante fuera la única mujer de la empresa. Con los años Brunhilde se ha actualizado en el campo de la producción de manzanas. También aprendió mucho trabajando de primera mano los manzanos. Brunhilde y Tobias son capaces de hacer la mayor parte del trabajo por su cuenta. Solo en tiempos muy exigentes necesitan ayuda. "La cosecha de la manzana es mi actividad favorita", explica Brunhilde, "porque veo el resultado del trabajo de todo un año." Ama también las nuevas plantaciones, "porque me gustan los manzanos bien cuidados y modernos."

Brunhilde ve el futuro en la producción orgánica: "Los productos orgánicos disfrutan de una creciente popularidad. Cada vez más personas buscan alimentos saludables. Antes que nada, sin embargo, la producción orgánica me permite trabajar en armonía con la naturaleza ". Además de las manzanas, la familia Schöpf también produce zumo y vinagre de manzana para su uso personal y en la huerta cultivan verduras y hierbas aromáticas para la preparación de platos saludables. Con los albaricoques, Brunhilde prepara una mermelada muy buena con la que hace una deliciosa mermelada a sus invitados cuando se hospedan en los apartamentos de la granja Schnatzhof.