Mi historia
En Prato allo Stelvio, en las puertas del Parque Nacional del Stelvio, a 900 metros sobre el nivel del mar, se encuentra la masía que Karl Heinz Stocker heredó en 1993 de sus padres. Los campos se encuentran alrededor de la masía y cerca del bosque.
Karl Heinz cría vacas lecheras; la mayor parte de los campos se emplea para el cultivo de forraje, mientras que el cultivo de las manzanas se limita a una pequeña superficie. Al agricultor le gusta la versatibilidad de la masía. El trabajo en la naturaleza y con la naturaleza, la calma y los animales le gustan mucho. Cuando necesita ayuda, se la ofrecen su hermano y su cuñada.
En sus huertos crecen manzanas Gala, a las que se le suman otras variedades antiguas y típicas, como la Bella di Boskoop y la Rosa di Caldaro. Karl Heinz pasó del cultivo convencional al biológico: biológico es el heno para el forraje, así como la leche para el caserío o las manzanas que se llevan a la cooperativa.
Para él biológico es sinónimo de “vida”. Se trata de un compromiso cotidiano que se traduce en una observación más intensa de las relaciones y ciclos de la naturaleza y del trabajo para que estos no se vean modificados. El enfoque respetuoso creado por Karl Heinz es evidente.
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