Mi historia
Si pudiera, volvería atrás en el tiempo. ¿Qué haría de forma diferente? La respuesta es sencilla: seguiría desde el inicio los principios de la producción biológica. Desgraciadamente, me he convertido al sistema biológico hace muy poco tiempo. Muy tarde, es verdad, pero, por fin soy feliz. Ahora disfruto de un sentimiento de liberación difícil de explicar. He necesitado mucho tiempo antes de encontrar el valor para salir de la zona de confort y lanzarme a esta nueva aventura. Ser un productor biológico significa, sobre todo, saber dejar el camino seguro para emprender otro más escarpado y difícil de transitar, lleno de imprevistos. Pero es un viaje emocionante, lleno de aventuras que intento afrontar cada día con un espíritu “bio” vanguardista e innovador.
Inicialmente, mi padre era bastante escéptico respecto a lo biológico, pero ahora me apoya al 100%. A menudo pongo en tela de juicio mis decisiones diarias buscando siempre mejorar, pero he aprendido a aceptar lo que venga... Sobre todo, he aprendido a aceptar que un productor biológico no puede tener un remedio para cada imprevisto. A veces sencillamente hay que ser pacientes y no perder la calma. ¿Un ejemplo? Cuando se ven los primeros signos de los hongos del manzano, que aprovecha los días de lluvia para difundir sus esporas, compruebo enseguida mi App del tiempo, que es capaz de prever cuándo germinarán las esporas. Una indicación fundamental que me ayuda a decidir cómo y cuándo actuar. Me siento un auténtico agricultor cuando tengo que reflexionar y recurrir a los conocimientos adquiridos durante mi formación agrícola o los cursos más recientes en los que he participado.
El mío ya no es un trabajo según las reglas, sino más bien de coparticipación activa con la naturaleza. Como productor biológico he aprendido, además, que no hay que ser perfeccionista. La naturaleza es perfecta, pero no perfeccionista. Un campo de manzanas no tiene que tener el aspecto de un campo de fútbol de la Liga de Campeones. Lo que tiene que tener es raíces profundas y sólidos valores de base, como los que mi familia ha intentado inculcarme desde la infancia. Hoy día, el mercado biológico ha llegado a ser mucho más atractivo desde el punto de vista de los precios y noto que los agricultores son más propensos a arriesgar y a convertir sus producciones. Estoy totalmente satisfecho de mi elección. Lo biológico actúa dentro de mí. Por ello, continuaré con valor, paciencia, curiosidad y un espíritu biológico innovador.
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"Apuesto todo por la naturaleza."
Mi historia"Creo en un mundo mejor, para las futuras generaciones."
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