Mi historia
Me encanta el vino. Son unos 300-400 los aromas típicos del néctar de los dioses, que el olfato detecta solo cuando se sirve en la copa y que se manifiestan en el paladar cada vez de una manera diferente. Hasta hace poco tiempo no prestaba mucha atención a los aromas de las manzanas. Pero ahora mi actitud ha cambiado. Desde que reconvertí mi producción al método biológico me gustaría ofrecer a los consumidores que compran mis frutas una experiencia gustativa intensa y única.
He tenido que esperar bastantes años antes de poder reconvertir mi producción de manzanas al sistema biológico, dado que mis campos de manzanas estaban bastante dispersos y rodeados principalmente por parcelas que recurrían a un sistema de control integrado. ¡Uno de mis campos de manzanas tenía siete vecinos distintos! Hoy la masía “Partlhof” en Laces es biológica al 100%. Como coautor del libro “Descubrir los vinos del Alto Adige” estoy constantemente en busca de la mezcla perfecta de aromas, que luego intento describir con palabras y transmitir al lector. Compro vinos de todo el mundo y a menudo mi tractor está aparcado en el patio porque el garaje hace temporalmente de almacén para mis botellas.
El vino es mi gran pasión. Sin embargo, desde que aprendí a buscar y reconocer aromas similares en mis manzanas biológicas, la fruticultura se ha convertido en algo igual de agradable y es todo un reto. Con el tiempo me he especializado en variedades que se recogen a final del verano. Esto me permite tener bastante tiempo para dedicarme también al vino, a mis seminarios y a mi trabajo como escritor. De hecho, ya ha salido la cuarta reimpresión de mi libro. Quién sabe, a lo mejor algún día también escribiré uno sobre los aromas de las manzanas. Desde que reconvertí el campo de manzanas al sistema biológico no lo descarto.
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