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Val Venosta, el Paraíso de las Manzanas

Cultivadas con amor a la mayor altitud

Ubicación

un rincón fértil del planeta

La ubicación de Val Venosta es inmejorable. En la zona de cultivo homogéneo de mayor altitud de Europa, nuestras manzanas crecen a entre 500 y 1000 metros. A esta altitud se ralentiza la división celular y el tiempo de maduración es más largo. El resultado es una pulpa especialmente compacta y sabrosa y una conservación mejorada.
 
 
 
 

Microclima

Mucho sol, poca lluvia y las brisas frescas de Val Venosta: eso es lo que les gusta a nuestras manzanas. Los más de 300 días soleados al año, las bajas precipitaciones y las elevadas fluctuaciones de temperatura hacen que tanto su color como su sabor sean especialmente intensos.
 
 
 
 

El viento de Venosta

Desde el Passo di Resia sopla una brisa fresca constante hacia Val Venosta. Este llamado «viento de Venosta» crea una sequedad que facilita mucho el cultivo natural de manzanas. El clima seco evita que surjan hongos y ayuda a reducir el uso de fungicidas.
 
 
 
 

Fluctuaciones de temperatura

Las elevadas fluctuaciones de temperatura entre el día y la noche son típicas en Val Venosta. Estas ralentizan la división celular, por lo que la pulpa de la fruta se hace más compacta. En combinación una irradiación solar intensa, las fluctuaciones de temperatura también mejoran el color de las manzanas, sobre todo durante las últimas semanas de la cosecha.
 
 
 
 

Riego con hielo

El hielo protege contra las heladas. Aunque parezca contradictorio, tiene sentido en el cultivo de la manzana.
Cuando las temperaturas nocturnas alcanzan el punto de congelación, los agricultores activan el riego con hielo. El hielo envuelve las flores de manera que quedan protegidas contra las heladas.
 
 
 
 

Tradición

El cultivo de la manzana en Val Venosta tiene una larga tradición. Ya en 1950, sus habitantes supieron reconocer que la fruta crece de una forma extraordinaria en esta soleada región alpina.
Desde entonces, nuestros agricultores han dedicado todos sus esfuerzos a desarrollar un modelo de cultivo de fruta arraigado en la tradición y en los avances modernos.
 
 
 
 

Estructuras pequeñas

En Val Venosta, los agricultores conocen al dedillo cada uno de sus árboles. Los tamaños de las tierras son manejables; cada uno trabaja una media de tres hectáreas. Por contra, el amor por el detalle de cada uno de nuestras 1700 familias de agricultores es enorme, pues lo bueno solo crece con verdadera dedicación.