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Sólo el eco es lógico

¿Un cultivo en el sentido de la naturaleza? Para nosotros no hace falta decirlo.

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El manzanal como ecosistema
Así es como se cierra el círculo
 
El manzanal como ecosistema
Cada manzanal de Val Venosta es un ecosistema en sí mismo, y funciona tanto a pequeña como a gran escala. El secreto está en el equilibrio. Si hay suficientes insectos beneficiosos y los parásitos no se van de las manos, si se promueve la biodiversidad y se protege el entorno, el cultivo puede estar en armonía con la naturaleza. En Val Venosta, los agricultores saben que no solo tienen que recibir, sino también dar algo a cambio, y así se cierra el círculo del ecosistema.

Promovemos la biodiversidad

¿Cómo se puede no solo proteger, sino también promover de manera sostenible el ecosistema? Los agricultores de Vinschgau lo han aprendido a lo largo de los años: construyen muros de piedra seca y hoteles para insectos, ofrecen oportunidades de anidación, crean franjas de flores, y de esta manera aseguran que sus huertos proporcionen suficientes refugios y hábitats para animales y plantas. La recompensa: huertos llenos de vida y suficientes insectos beneficiosos que mantienen alejadas a las plagas de forma natural. También trabajamos en estrecha colaboración con los apicultores de Vinschgau para implementar proyectos de protección de las abejas. Por ejemplo, ya hemos establecido varias praderas de abejas en Vinschgau en colaboración o promovemos un cultivo amigable con las abejas.
 
 
 
 
 
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No se prevén lluvias
De dónde proviene el agua de Val Venosta
 
No se prevén lluvias
A primera vista, Val Venosta, en el oeste de Tirol del Sur, no parece apto para el cultivo de manzanas. Altos macizos montañosos mantienen alejadas las nubes y hacen que Val Venosta solo registre 500 ml de precipitaciones anuales por m², cosa que lo convierte en el valle más seco de los Alpes. Encima, suele correr el viento de Venosta, que se encarga de secar hasta la última gota de humedad.
Pese a que estas condiciones no parecen favorables, los agricultores de Val Venosta encontraron la manera de regar sus huertos frutales. Utilizan el agua de los deshielos de las montañas colindantes, que se almacena en el río Adigio, en canales de riego, en galerías, embalses y pozos.

El riego también es sostenible

El agua del deshielo es valiosa, sobre todo en Val Venosta, donde 1700 agricultores dependen de ella. Por eso se trata de manera especialmente ahorrativa. Para conseguirlo, no solo se emplea un sistema de riego inteligente, sino también un método que ahorra muchos recursos: con el riego por goteo se riega solo la zona de la raíz del árbol cerca del tronco y, además, con cuentagotas. Esto ahorra hasta un 50 % de agua. Muy pronto, todo Val Venosta utilizará únicamente el riego por goteo.