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Bienvenidos al
Paraíso de las Manzanas

Aquí en Val Venosta hay un mundo mágico por descubrir

Quién dijo que el paraíso no existía, nunca ha estado en Val Venosta. Aquí comienza nuestra historia, inmersa en un valle acogedor y lleno de vida. Una historia que florece desde tiempos pasados y tiene sus raíces en la pasión de los agricultores, en la pureza de un rico ecosistema y en el sabor único de la autenticidad.

La historia, por supuesto, está centrada en las manzanas Val Venosta. Estas crecen seguras; protegidas por las montañas y acariciadas por la brisa fresca. Este es el sabor del Paraíso: natural como el clima y el alma de nuestros productores, dulce como la experiencia de aquellos que cultivan la naturalidad cada día.

Ninguna manzana crece tan cuidada como las que se cultivan en el Paraíso de las Manzanas. Por eso, decidimos contarlo como nunca antes lo habíamos hecho: revelando todos los secretos que hacen de nuestro valle un lugar único, encantado, perfecto para vivir la magia de un cultivo innovador, natural y sostenible. En otras palabras, la de las manzanas de Val Venosta.

Aquí en Val Venosta, la naturaleza abraza a las manzanas.

Cultivamos manzanas en el corazón de los Alpes.

El Paraíso es nuestra región de vida

En Val Venosta estamos tan altos que tocamos las manzanas con los dedos. Las grandes montañas dominan el valle, y lo protegen de cualquier amenaza. Por otro lado, gracias a la altura y al aire fresco y puro, las manzanas crecen sanas y fuertes, a la altura del lugar más mágico del Tirol del Sur. Desde el corazón de los Alpes hasta el cielo, solo existe un camino que conduce al Paraíso de las Manzanas, y nuestros productores lo recorren todos los días para cultivar el sabor único de la montaña.
 
 
 
 
 
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Solo en el Paraíso existe un clima así.
En Val Venosta, las manzanas están bronceadas, debido a que hay 300 días de sol al año.
 
Solo en el Paraíso existe un clima así.
El mejor lugar para cultivarlas es bajo el sol o al fresco de la luna. De hecho, deben su calidad a las perfectas condiciones climáticas de Venosta y el resultado es siempre extraordinario: la brisa del Paraíso de las Manzanas se siente desde el primer bocado. Es como si las manzanas fueran besadas por el sol 300 días al año, convirtiéndolos así, en la pareja más hermosa del valle.
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Aquí en Val Venosta, los jóvenes también quieren ser productores de manzanas.

La pasión por esta profesión está en nuestro ADN.

Dime qué manzanas haces y te diré qué productor eres.

No tiene sentido darle más vueltas, la producción de manzanas es parte de nuestro ADN. Desde 1950, una larga tradición de productores trabaja día a día rigurosamente en el cultivo de la manzana de Val Venosta, siempre con la mirada puesta en el futuro de las nuevas generaciones para transmitir un testimonio lleno de responsabilidad y de expectativas. Hoy en día hay 1.700 productores unidos con un solo objetivo: cultivar manzanas buenas, sanas y naturales, protegiendo al mismo tiempo la naturaleza del Paraíso de las Manzanas.
 
 
 
 
 
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Naturalmente buenas
En Val Venosta, los agricultores también son hoteleros: cada año proporcionan alojamiento a millones de abejas.
 
Naturalmente buenas
¿Dónde más puede vivir la Madre Naturaleza sino en el Paraíso de las Manzanas? Esto no es ningún secreto: vivir al aire libre y en armonía con la naturaleza permite que nuestras manzanas crezcan de la mejor manera posible. La actitud sostenible de nuestros agricultores hace que cada manzana reciba un trato especial,también gracias a la compañía de las mariquitas, pequeñas amigas que son testigos de un entorno saludable y exuberante.
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Un área de producción perfecta

En Val Venosta, las manzanas son la sal de la tierra, en todos los sentidos.

Corazón, mente y pasión conviven al mismo tiempo con la dulzura y la naturalidad, siguendo los ritmos de la naturaleza, que nos permiten buscar en cada árbol el sabor celestial y autenticidad de nuestra montaña. Así pues, la singularidad de una zona de producción perfecta como Val Venosta, encuentra en su origen, en el microclima, en la tradición y en la sostenibilidad, la razón por la que cultivamos manzanas, que es algo realmente especial.

El Paraíso de las Manzanas es un mundo fantástico, donde los colores, los habitantes, los agricultores y los productos de la tierra son los protagonistas de una buena, pero sobre todo natural, magia.
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Descubriendo el
Paraíso del las Manzanas

Val Venosta se ha convertido en un pequeño mundo lleno de magia y realidad.
Te invitamos a conocerlo.

 

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