Un área de producción perfecta
En Val Venosta, las manzanas son la sal de la tierra, en todos los sentidos.
Corazón, mente y pasión conviven al mismo tiempo con la dulzura y la naturalidad, siguendo los ritmos de la naturaleza, que nos permiten buscar en cada árbol el sabor celestial y autenticidad de nuestra montaña. Así pues, la singularidad de una zona de producción perfecta como Val Venosta, encuentra en su origen, en el microclima, en la tradición y en la sostenibilidad, la razón por la que cultivamos manzanas, que es algo realmente especial.
El Paraíso de las Manzanas es un mundo fantástico, donde los colores, los habitantes, los agricultores y los productos de la tierra son los protagonistas de una buena, pero sobre todo natural, magia.