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En el valle Venosta, el arte de la poda nace del corazón

¿Cómo y por qué los agricultores de Val Venosta podan sus manzanos?

Después de la cosecha, los agricultores eliminan de sus árboles las ramas y brotes viejos, superfluos o enfermos. Así, los manzanos se mantienen en forma y están listos para hacer florecer nuevamente las preciadas manzanas Val Venosta.

La poda invernal fortalece los árboles

De noviembre a marzo, los manzanos del valle entran en reposo vegetativo. El flujo de savia y energía desde las raíces hacia los brotes se reduce al mínimo. Este es el momento ideal para podar los árboles y darles una forma óptima. Después de esta poda, en primavera los brotes pueden florecer con vigor. Además, en invierno, la ausencia de hojas permite a los agricultores tener una visión clara de las ramas que deben eliminarse.
 
 
 
 

¿Por qué los árboles necesitan un nuevo "corte de pelo"?

Incluso los manzanos necesitan cambiar de aspecto de vez en cuando. La poda regular permite que los manzanos crezcan sanos y garantiza la alta calidad de las manzanas Val Venosta. Al eliminar las ramas superfluas, el árbol recibe nuevamente la savia y la luz que necesita. Además, se crea espacio para la madera joven, que produce manzanas más hermosas. Cortar ramas enfermas o secas también evita la propagación de enfermedades.
 
 
 
 

Un equilibrio entre las ramas

Un manzano produce dos tipos diferentes de brotes. Los brotes largos y llenos de hojas producen pocas o ninguna manzana, pero nutren el árbol. En los brotes cortos y más viejos es donde crecen las manzanas. Durante la poda, los agricultores de Val Venosta equilibran estos dos tipos de brotes, creando una armonía entre follaje y flores.
 
 
 
 
 
3,5 metros
Es la altura ideal de los árboles frutales en el Valle Venosta.
Larga vida
Gracias a la poda regular, se prolonga la vida útil de las plantaciones frutales.
Bien iluminados
El sol, que brilla durante 300 días en el Valle Venosta, alcanza mejor las hojas y los frutos, garantizando beneficios extraordinarios.
Bien ventilados
En árboles bien podados, el viento del Valle Venosta seca más rápidamente las hojas, previniendo enfermedades fúngicas.
Ciclo natural
Las ramas podadas se trituran. El material triturado se descompone y mantiene el suelo fértil.

Una copa ligera para más sol y viento

En Val Venosta, el sol brilla 300 días al año. Para permitir que los rayos solares alcancen hojas y frutos, los agricultores cuidan de mantener una copa ligera y con forma de huso, eliminando también las ramas que crean demasiada sombra. De este modo, llega más luz a las hojas, que gracias a la fotosíntesis generan la energía necesaria para manzanas maduras y dulces. Además, el viento del Valle Venosta, que sopla regularmente, seca de forma óptima las hojas, previniendo enfermedades fúngicas.
 
 
 
 

Más energía para manzanas de alta calidad

Las manzanas Val Venosta se distinguen por su calidad expcepcional, por dentro y por fuera. Al eliminar las ramas superfluas y enfermas, los agricultores alivian al manzano, permitiéndole concentrar su energía en menos manzanas, pero de mejor calidad. Además, la poda permite que más luz solar alcance los frutos, favoreciendo su maduración, color y excelencia. En otoño, los agricultores de Val Venosta cosechan el fruto de tanto esmero: manzanas de sabor intenso capaces de conquistar todo el mundo.
 
 
 
 

La poda de los árboles es un arte

¿Qué ramas y brotes deben cortarse? Es una decisión importante, ya que de ello dependen la cantidad y calidad de las manzanas. Durante la poda, se deben respetar algunas reglas fundamentales respetando las leyes de la naturaleza. También la variedad de manzanas juega un papel importante. En el valle Venosta, este conocimiento se transmite de generación en generación. Son necesarios dos o tres años de experiencia para podar los manzanos con sensibilidad, rapidez y, sobre todo, de forma correcta.
 
 
 
 
 

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