Los cazadores de plagas son llamados a luchar

Los ácaros depredadores parecen pequeñas gotas que, según el tipo, se distinguen por sus tonos rojos o ámbar o por su color transparente. Se encuentran en la parte inferior de las hojas y, a lo largo de las venaciones de las hojas, se abren camino para comer abundantemente los ácaros de la roya y los ácaros tetraníquidos. Obviamente los agricultores están contentos, porque las plagas son un peligro para sus árboles y manzanas.

Curiosidad: el ácaro depredador usa sus mandíbulas para chupar el contenido líquido de sus presas y sus huevos. Realmente parece cruel, pero al final es la naturaleza. "¿Comer o ser comido?"

El crisópido verde y sus larvas son otros pequeños héroes de los huertos. Son particularmente aficionados a los áfidos y a los ácaros tetraníquidos, y comen hasta 500 de ellos. Los granjeros de Val Venosts solo pueden desearles que aprovechen la comida.

Curiosidad: los crisópidos son grandes expertos en camuflaje. Gracias a su pequeño cuerpo de filigrana verde, en verano pueden camuflarse sin ser molestados, protegiéndose de los enemigos mientras cazan pulgones. Cuando las temperaturas bajan, su color se adapta al de las hojas de otoño.

El nombre suena muy macabro, pero ya tiene mucho sentido. La avispa parásita pone sus huevos directamente en el huésped. Cuando sus larvas eclosionan, se alimentan de su animal huésped hasta que crecen completamente. Regresan a sus cuerpos vacíos sólo para invernar. Extraño, pero eso también es la naturaleza.

Curiosidad: los áfidos reducen el crecimiento y la formación de los brotes y "contaminan" los hermosos frutos, pero también las manos trabajadoras de los agricultores. Afortunadamente, las avispas parásitas les toman el gusto.

Las mariquitas negras depredadoras de los ácaros (Stethoruspunctillum), de forma esférica, tienen una apariencia modesta y elegante. Parecen inofensivas. Sin embargo, sus mandíbulas son letales, al menos para las arañas rojas. A la mariquita negra le encanta alimentarse de estas plagas y así evita que las hojas de los árboles se enfermen, que los brotes se dañen, que los frutos se hagan más pequeños y que la piel de las manzanas se vea "oxidada".

Curiosidad: con su tamaño máximo de 1,5 mm, la mariquita negra esférica es realmente diminuta comparada con las mariquitas comunes. Sin embargo, cuando se trata de devorar plagas, no tiene iguales y sus "parientes" más grandes le dan un bigote.

Anticóridos, miridos y nabidos: son algunos de los redúvidos (insectos depredadores) que se encuentran en los huertos de Val Venosta. Los nombres de los parásitos de los que se alimentan son igual de extraños, pero mejor no dejarse engañar: son cualquier cosa menos graciosos. Las arañas rojas, los pulgones y los ácaros de las hojas de los perales pueden causar daños considerables y es mejor encontrarlos en los estómagos hambrientos de los hambrientos redúvidos que en los preciosos frutos de las hileras de viñedos de Val Venosta.

Curiosidad: el redúvido se sienta en las paredes a la caza de parásitos y es capaz de devorar hasta 200 arañas rojas.