Hoy Manfred es agricultor de manzanas. En sus 4,5 hectáreas en Coldrano produce sobre todo manzanas crujientes y dulces. De hecho, es uno de los 1.750 agricultores de manzanas de Val Venosta. Pero no siempre ha sido así.
Su padre falleció cuando él tenía sólo nueve años y le dejó una granja y un gran prado con vacas. Su padre aún no poseía huertos de manzanas con las Golden Delicious, sino sólo unos pocos brotes y heno para las vacas.
Como quería ser agricultor, Manfred estudió en la Escuela de fruticultura de Laimburg. Hoy en día sigue siendo el principal centro de investigación agrícola de Tirol del Sur. En esta escuela aprendió la importancia de los insectos depredadores y de las arañas, que son fundamentales para la regulación natural de las plagas en la agricultura. Ladurner comprendió inmediatamente el rol imprescindible que desempeñaban los insectos en la agricultura: ayudan al productor comiéndose las plagas que causan muchos daños económicos.
“Si pudiera ser una de esas arañas buenas…“
De joven empezó a cultivar coliflores y en los años 80 pasó a la producción de manzanas. Tras su formación, Manfred se ha convertido en una persona con ideas diferentes y por eso ha adoptado con entusiasmo los principios de AGRIOS, el Grupo de trabajo para la fruticultura integrada en Alto Adige / Tirol del Sur, que se fundó en esos mismos años. En aquel entonces AGRIOS era bastante revolucionario y aún hoy sigue siendo una especie de biblia para la mayoría de los productores de manzanas del Tirol del Sur. En la producción integrada se trata de encontrar la razón aurea, de mantener el equilibrio entre plagas e insectos útiles para minimizar el uso de fertilizantes y pesticidas. ¿Cómo? Los insectos beneficiosos son mucho más sostenibles que cualquier sustancia sintética, especialmente porque protegen la salud humana y respetan el medio ambiente.
Para Manfred las directivas anuales de AGRIOS representan una fuente de información y asesoramiento desde 1988. Lo que parece muy teórico sobre el papel, para Manfred es muy sencillo de realizar y llevar a la práctica: “¡Yo no me asusto cuando veo un insecto y no pulverizo inmediatamente ningún pesticida!” Manfred cuida al detalle sus huertos y acude a los pesticidas sólo en caso de pérdida inminente de la cosecha. Si es estrictamente necesario, aplica los pesticidas en horario nocturno, sobre todo en verano: “Por la noche no hay viento ni corriente y antes de que el viento empiece a soplar al día siguiente yo ya he terminado el trabajo”. La filosofía AGRIOS es “Observar atentamente, actuar con precaución e integrar lo que resulte necesario para la naturaleza”.
En general, en la producción integrada, se prefieren los métodos naturales para minimizar el uso de productos químicos sintéticos. La fertilización también se racionaliza, por lo que la dosis de fertilizantes está determinada por los nutrientes del suelo y las necesidades de los árboles: de esta forma no hay sobredosis y se suministra sólo lo que sea necesario. El trabajo de Manfred requiere amplios conocimientos y el valor para experimentar con nuevas ideas. “Hace muchos años probé nuevos métodos que hoy se utilizan en la producción biológica. Pero no necesariamente debo ser un agricultor biológico. Incluso la producción integrada me ofrece muchas posibilidades para producir de forma sostenible sin tener que renunciar a la calidad y a una buena remuneración”. Por cierto, Manfred jamás se podría convertir al mundo de la producción biológica porque es alérgico al azufre y en la agricultura biológica se utiliza como fertilizante.
“No tengo que convertirme en Superman. Spiderman es perfecto para mí”.
Una persona decidida, arraigada y fiel a sus valores, que considera la producción integrada una forma de vida. Una buena decisión, como ha demostrado en los últimos 30 años. “Toda mi familia vive de la agricultura y estamos muy contentos”.
Las directivas de AGRIOS incluyen un reglamento que cubre toda la cadena de suministro, desde la producción hasta el almacenamiento y, finalmente, la comercialización. Pioneros como Manfred han interiorizado los conceptos fundamentales de la producción integrada y son capaces de trasladar estos principios a la práctica sin ninguna dificultad. Un ejemplo es la elección de la variedad. ¿La elección de la variedad puede influir en la sostenibilidad del manzanal? “¡Por supuesto!”, dice Manfred. “Es muy sencillo. Tengo en cuenta las exigencias de cada una de las variedades con respecto al aire, la luz y el sol que necesitan y es muy importante conocer bien y al detalle los cultivos de frutales. En la parte baja del valle cultivo las variedades rojas, mientras que la Golden Delicious es la variedad más apropiada para los cultivos en las laderas. De esta forma cada variedad puede encontrar su entorno ideal y así podemos reducir el uso de fertilizantes y pesticidas sintéticos”.
Manfred ama experimentar. Sus cultivos de manzanas se distinguen por su gran diversidad de variedades: Golden Delicious, Gala, Braeburn, Red Delicious, Kanzi, Shinano Gold, Jonagold, Pinova y dentro de poco también Ambrosia y Cosmic. Los diferentes periodos de maduración de cada una de las variedades representan una gran ventaja: un período de cosecha más largo permite cosechar manzanas con la ayuda de los miembros de la familia, con lo que puede ahorrar algo de dinero al no tener que contratar a muchos temporeros.
Para Manfred, calidad y sostenibilidad son las palabras clave del presente y del futuro y, si se persigue con determinación, seguirá siendo el elemento distintivo de la producción de manzanas en el Tirol del Sur también en el futuro. Este enfoque se adoptó en la década de los años 80. En las décadas anteriores a la introducción de la producción integrada en Tirol del Sur, se observaron reiteradamente fenómenos de resistencia a las plagas, en particular a la araña roja entre 1964 y 1982. Las pruebas aleatorias de sustancias sintéticas para eliminar los parásitos no fueron efectivas. Especialmente en 1982, la araña roja causó severas pérdidas financieras y abrió el camino a nuevas ideas. Los antagonistas naturales fueron sin embargo mucho más eficaces contra los parásitos.
En aquel momento, Manfred y muchos otros héroes estaban de acuerdo con los principios del programa AGRIOS y siguen formando parte de él. Creen firmemente en la producción integrada y miran con confianza a los retos del futuro. Con un objetivo claro y positivo porque protegen y promueven a los antagonistas naturales de los parásitos y garantizan la protección de las especies gracias a su conocimiento y compromiso diario para las manzanas de Val Venosta, para el medio ambiente y para los consumidores de sus productos.
¡Son verdaderos superhéroes!