Agua, viento y clima ideal.
Los agricultores orgánicos de Val Venosta tienen suerte: el clima está de su lado. Hay poca lluvia y el fresco "viento de Val Venosta" siempre sopla. Gracias a estas particulares condiciones climáticas, generalmente muy secas, muchas plagas ni siquiera se atreven a acercarse a los campos.
Los huertos de manzanas se abastecen con agua de los valles y glaciares circundantes que, junto con las muchas horas de sol, dan a las manzanas su carácter compacto y su color. En resumen, en Val Venosta se dan todas las condiciones ideales para la agricultura orgánica.