Ingredientes
para 10-12 rebanadas175 g de claras de huevo a temperatura ambiente
250 g de azúcar
1 cucharadita de azúcar de vainilla
1 cucharadita de vinagre de vino blanco (o de zumo de limón)
1 cucharadita de fécula de patata
500 ml de nata líquida fresca
200 g de
frambuesas Val Venosta
200 g de
arándanos Val Venosta
300 g de
fresas Val Venosta
1 fruta de la pasión
Azúcar glas para espolvorear (al gusto)
Imprimir recetaPreparación
Para el merengue: precalienta el horno a 200°C (estático) y forra una bandeja de horno con papel de hornear. Pon las claras de huevo en un bol y empieza a batirlas a punto de nieve. Cuando empiecen a ponerse blancas y espumosas, vierte lentamente el azúcar, sin dejar de batir. Añade el azúcar de vainilla. Cuando estén batidas, añade el vinagre y la fécula tamizada. Sigue batiendo hasta que la mezcla esté dura y brillante. Las claras de huevo deben montarse de tal manera que cuando se dé la vuelta al bol no salga nada.
A continuación, transfiere la mezcla de merengue a la bandeja de horno y extiéndela con la ayuda de una cuchara hasta formar un disco de unos 24 cm de diámetro. Haz un ligero hueco en el centro y pasa con una cuchara o un cuchillo de abajo a arriba por todo el borde, para alisar el exterior. Hornea y baja inmediatamente la temperatura a 120°C. Deja cocer durante una hora y 40 minutos, sin abrir el horno. A continuación, apaga el horno y deja reposar la Pavlova dentro durante un par de horas, o incluso toda la noche. De este modo, se enfriará gradualmente, sin estar sometida al cambio de temperatura del horno caliente a la temperatura ambiente, lo que haría que se hundiera un poco en el centro.
Cuando se haya enfriado, monta la nata y rellena el hueco con ella. Lava y seca las frambuesas, los arándanos y las fresas y mételos sobre la crema. Por último, con la ayuda de una cucharilla distribuye las semillas de la fruta de la pasión y espolvorea con azúcar en polvo. La Pavlova está en su mejor momento fresca y recién rellena, para que se pueda disfrutar de todo el crujido del merengue.
Consejo
La pavlova, o los merengues en general, temen la humedad. Por esta razón te sugerimos que la rellenes justo antes de servirla, de lo contrario corres el riesgo de perder su crujiente.