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Pavlova con pequeñas frutas de Val Venosta y fruta de la pasión

Crujiente por fuera, suave por dentro

Una corteza crujiente que encierra un suave corazón en su interior, relleno de nata montada, fresas dulces y sabrosas bayas de Val Venosta y fruta de la pasión. Pavlova es una tarta de verano inspirada en la bailarina rusa Anna Pavlova: ¡te hará bailar de placer!
125 min.
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Ingredientes

para 10-12 rebanadas

175 g de claras de huevo a temperatura ambiente
250 g de azúcar
1 cucharadita de azúcar de vainilla
1 cucharadita de vinagre de vino blanco (o de zumo de limón)
1 cucharadita de fécula de patata
500 ml de nata líquida fresca
200 g de frambuesas Val Venosta
200 g de arándanos Val Venosta
300 g de fresas Val Venosta
1 fruta de la pasión
Azúcar glas para espolvorear (al gusto)
 
 
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Preparación

Para el merengue: precalienta el horno a 200°C (estático) y forra una bandeja de horno con papel de hornear. Pon las claras de huevo en un bol y empieza a batirlas a punto de nieve. Cuando empiecen a ponerse blancas y espumosas, vierte lentamente el azúcar, sin dejar de batir. Añade el azúcar de vainilla. Cuando estén batidas, añade el vinagre y la fécula tamizada. Sigue batiendo hasta que la mezcla esté dura y brillante. Las claras de huevo deben montarse de tal manera que cuando se dé la vuelta al bol no salga nada.
A continuación, transfiere la mezcla de merengue a la bandeja de horno y extiéndela con la ayuda de una cuchara hasta formar un disco de unos 24 cm de diámetro. Haz un ligero hueco en el centro y pasa con una cuchara o un cuchillo de abajo a arriba por todo el borde, para alisar el exterior. Hornea y baja inmediatamente la temperatura a 120°C. Deja cocer durante una hora y 40 minutos, sin abrir el horno. A continuación, apaga el horno y deja reposar la Pavlova dentro durante un par de horas, o incluso toda la noche. De este modo, se enfriará gradualmente, sin estar sometida al cambio de temperatura del horno caliente a la temperatura ambiente, lo que haría que se hundiera un poco en el centro.
Cuando se haya enfriado, monta la nata y rellena el hueco con ella. Lava y seca las frambuesas, los arándanos y las fresas y mételos sobre la crema. Por último, con la ayuda de una cucharilla distribuye las semillas de la fruta de la pasión y espolvorea con azúcar en polvo. La Pavlova está en su mejor momento fresca y recién rellena, para que se pueda disfrutar de todo el crujido del merengue.

Consejo
La pavlova, o los merengues en general, temen la humedad. Por esta razón te sugerimos que la rellenes justo antes de servirla, de lo contrario corres el riesgo de perder su crujiente.
 

Receta de Julia Morat

Passione Cooking
A Julia, italiana que habla principalmente alemán (es de Trentino-Alto Adige), le encanta retomar las recetas familiares de su madre Reinhild y su abuela Imma, enriqueciéndolas con algunos elementos innovadores e internacionales. Julia admite que por mucho que se relaje en la cocina, si hay algo que no se le da bien es seguir las recetas. En la cocina le gusta ser atrevida, experimentar, combinar. ¿El ingrediente que nunca falta en sus creaciones? La sonrisa.
 
 

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