Pon el azúcar en un cazo alto y repártelo uniformemente por el fondo. Derrite a fuego medio-bajo, con mucha paciencia, sin remover. Como mucho, empuja suavemente la parte caramelizada hacia el azúcar, sin tocar todavía el azúcar blanco con la espátula. Cuando el azúcar esté completamente caramelizado y de color ámbar (los que tengan un termómetro pueden medir la temperatura hasta que esté entre 170 y 175 grados, ¡cuidado con no sobrepasar los 175 grados!) baja la temperatura y añade los cubos de mantequilla fría. Remueve bien hasta que se derrita por completo y la mezcla esté suave.

Verte la nata, sigue removiendo para conseguir de nuevo una mezcla homogénea y lleva a ebullición. Hierve unos segundos y retira del fuego. Añade sal y remueve. Vierte la mitad del caramelo (125 g) en un bol pequeño y resérvalo, ya que se utilizará para glasear la rosca. Lava y pela las manzanas Golden Delicious, córtalas en cubos y ponlas en la cacerola con los otros 125g de caramelo. Remueve todo y deja a un lado.

Precalienta el horno a 180°C (estático). Engrasa y enharina un molde para roscas y deja todo al lado. Pica las nueces con un cuchillo no demasiado fino. Mezcla la harina, el almidón, la levadura en polvo y la sal. En un cuenco coloca la mantequilla cortada en cubos y trabájala junto con el azúcar y el azúcar de vainilla hasta obtener una mezcla cremosa. Añade los huevos, de uno en uno, esperando a que el anterior se haya absorbido antes de añadir el siguiente. Tamiza la mitad de la mezcla de harina sobre el mix y vierte la mitad de la crema. Luego trabaja con un batidor. A continuación, añade el resto de la harina y la nata y bate lo justo para que no se vean más restos de harina.

Añade las manzanas junto con su caramelo, así como las nueces picadas e incorpora con una espátula. Verte la mezcla en el molde para roscas y hornea a 180°C durante aproximadamente 50 minutos. (Te aconsejamos hacer la prueba del palillo). Saca la rosca del horno, déjala reposar en el molde durante unos 20 minutos, luego quítala del molde y déjala enfriar sobre una rejilla. Glaséala con el caramelo salado y sírvela la rosca cortada en rodajas.