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Sushi con manzanas Golden Delicious y fresas

Dulce creatividad para sorprender y conquistar paladares

Curiosa y para nada banal, esta variante dulce del sushi clásico se elabora con jugosas fresas y las intemporales manzanas Golden Delicious de Val Venosta. Un ingenioso juego de sabores y texturas que te dejará gratamente sorprendido desde el primer bocado.
65 min.
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Ingredientes

para 3 rollos Uramaki y 6 Nigiri

para el arroz
350 g de leche de coco
300 g de agua
1/2 cucharadita de sal
2 cucharadas de azúcar
1 rama de canela
1 trocito de piel de limón
200 g de arroz de grano corto

para el relleno
2 manzanas Golden Delicious
Zumo de limón
30 g de mantequilla
25 g de azúcar
1 cucharadita de canela
10 fresas

además
3 cucharadas de azúcar
1 cucharadita de canela
Pistachos picados al gusto
Yogur de vainilla al gusto
 
 
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Preparación

Para preparar el sushi con manzanas Golden Delicious, empieza por preparar el arroz, que tendrá que enfriarse antes de poder continuar. A continuación, pon en un cazo la leche de coco, el agua, la sal, el azúcar, la rama de canela, la piel de limón y el arroz. Llévalo todo a ebullición con la tapa puesta, removiendo de vez en cuando, déjalo cocer suavemente durante 10 minutos, luego apaga el fuego y, sin abrir la tapa, déjalo reposar otros 12 minutos. A continuación, comprueba el nivel de cocción: si aún no está cocido, déjalo cocer unos minutos más, hasta que esté bien cocido, de lo contrario transfiere el arroz a una fuente de horno y déjalo enfriar.
Mientras tanto, puedes preparar el relleno. Lava las manzanas Golden Delicious. Córtalas por la mitad y quítales el corazón con un cavador. Corta tres mitades de manzana en rodajas finas y la cuarta mitad de manzana en bastoncitos muy finos. Rocía los palitos de manzana con zumo de limón para que no se ennegrezcan y déjalos de lado. Calienta una sartén de fondo grande con la mantequilla y, cuando se haya derretido, añade las rodajas de manzana. Fríe durante unos minutos, hasta que se ablanden un poco. Espolvorea con el azúcar y la canela y continúa la cocción a fuego vivo hasta que el azúcar se caramelice. Rocía con 2 cucharadas de zumo de limón, deja evaporar y retira del fuego. Deja todo de lado para que se enfríe.
Lava las fresas, quítales el rabito y córtalas en rodajas. Cuando el arroz se haya enfriado, puedes armar tu sushi. Empieza con el Uramaki. Cubre el makisu (esterilla de bambú) con papel de aluminio. Coje un poco de arroz con las manos mojadas y haz un rectángulo de unos 20 x 12 cm sobre el makisu cubierto de papel de aluminio, asegurándote de compactar bien el arroz. A continuación, coloca 5-6 rodajas de manzanas caramelizadas a lo largo de la parte inferior del arroz, dejando aproximadamente 1 cm libre a lo largo del borde inferior. Pon las mitades de fresa horizontalmente a lo largo de la parte inferior de las rodajas de manzana e, inmediatamente después de las fresas, coloca algunos palitos de manzana. Levanta la esterilla por la parte inferior y enrolla el Uramaki en su interior. Una vez formado el rollo, presiona para compactarlo. Abre la esterilla, saca el Uramaki y pásalo a una hoja de film transparente. Envuélvelo por dentro, cerrando los lados como si fuera un caramelo y mételo en la nevera para que se enfríe. Prepara otros dos Uramaki de la misma manera.
Ahora, prepara el Nigiri. Con las manos húmedas, coje un poco de arroz y compáctalo entre las manos para formar albóndigas alargadas. Coloca sobre cada uno una rodaja de manzana caramelizada y una mitad de fresa. Cuando los Uramaki se hayan enfriado, mezcla el azúcar y la canela en un bol pequeño. Esparce sobre la superficie de trabajo. Saca el primer Uramaki del papel de aluminio y pásalo suavemente por la mezcla de azúcar y canela. Colócalo sobre una tabla de cortar y, con un cuchillo muy afilado y húmedo, córtalo en rodajas de unos 2 cm de grosor. Procede del mismo modo con los otros dos Uramaki. Coloca los Uramaki cortados en una bandeja o plato y espolvoréalos con pistachos picados. Sirve los Uramaki y los Nigiri con yogur de vainilla.
 

Receta de Julia Morat

Passione Cooking
A Julia, italiana que habla principalmente alemán (es de Trentino-Alto Adige), le encanta retomar las recetas familiares de su madre Reinhild y su abuela Imma, enriqueciéndolas con algunos elementos innovadores e internacionales. Julia admite que por mucho que se relaje en la cocina, si hay algo que no se le da bien es seguir las recetas. En la cocina le gusta ser atrevida, experimentar, combinar. ¿El ingrediente que nunca falta en sus creaciones? La sonrisa.
 
 

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