Vierte todos los ingredientes de la masa en un bol y amasa hasta que la masa esté compacta y homogénea. Envuelve la masa con film transparente y déjala reposar en la nevera durante al menos 2 horas. Después del tiempo de reposo, extiende un poco más de la mitad de la masa hasta llegar a una lámina fina de masa de unos 3-4 mm de espesor. 

Forrar con la masa extendida un molde de 22 cm de diámetro, previamente engrasado con aceite y enharinado. Perfora el fondo con un tenedor. Envuelve las sobras de masa en el film y déjalas en la nevera con la otra mitad de la masa. Pela las manzanas y córtalas en cubos de tamaño medio, hasta 600 gramos. Vierte en un bol y mezcla el azúcar moreno, la harina, la canela y una pizca de nuez moscada. En otro tazón, vierte los dados de manzana mezclados con el jugo de medio limón. 

Vierte los ingredientes secos sobre las manzanas. Mezclar hasta que la mezcla sea homogénea. Vierte el relleno de manzana en el molde de la tarta y nivélalo. Extiende la masa restante hasta el mismo grosor que la base y utiliza una rueda para cortar tiras de unos 2 cm de ancho. Coloca las tiras lo suficientemente gruesas sobre el relleno de manzana, dejándolo ligeramente visible. Pasa un pincel por las tiras con agua o leche de almendras y deja que el azúcar moreno adhiera. Hornea en un horno estático a 180° durante unos 50 minutos. Cuando esté dorada, sácala del horno y déjala enfriar.

Los consejos de Lucake:
•Puedes añadir pasas y piñones al relleno para recordar el relleno típico del strudel.
•Esta tarta se puede guardar fuera de la nevera hasta 3 días.